lunes, enero 30, 2006

Gabo: He dejado de Escribir

Xavi Ayén, reportero del diario La Vanguardia, consiguió una amplia, sincera y reveladora conversación con el Gabo, repleta de novedades. Por ejemplo, cuenta que todo el 2005 no ha escrito una sola línea. Ha preferido pasar el mayor tiempo posible en la cama y leer todo lo que se le apetezca. Se negó a hablar de su vida íntima. Sin embargo, soltó algunas perlas, como la explicación de por qué no continuará Vivir para contarla: "Creo que no voy a escribirlo. Tengo algunas notas escritas, pero no quiero que sea una mera mecánica profesional. Me doy cuenta de que, si publico un segundo tomo, voy a tener que decir en él cosas que no quiero decir, a causa de algunas relaciones personales que no son muy buenas. El primer tomo es exactamente lo que yo quería. En el segundo, me encontré una cantidad de gente que tenía que aparecer, y que, caramba, no quiero que estén en mis memorias. No sería honrado dejarles fuera, porque fueron importantes en mi vida, pero no me caen simpáticos" Tampoco García Márquez hablaría del famoso puñetazo que hace tres décadas le propinó Mario Vargas Llosa. Su esposa Mercedes Barcha lo dijo así al periodista: Para mí ya no es posible (la reconciliación). Han pasado treinta años. Hemos vivido tan felices estos treinta años sin él (Vargas Llosa) que no lo necesitamos para nada. Gabo es más diplomático, así que esta frase pueden ponerla exclusivamente en mi boca. Luego añadiría Gabo: "Este año 2005 me lo he tomado sabático. No me he sentado ante la computadora. No he escrito una línea. Y, además, no tengo proyecto ni perspectivas de tenerlo. No había dejado nunca de escribir, este ha sido el primer año de mi vida en que no lo he hecho. Yo trabajaba cada día, desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde, decía que era para mantener el brazo caliente..., pero en realidad era que no sabía qué hacer por la mañana. (A cambio), he encontrado una cosa fantástica: ¡quedarme en la cama leyendo! Leo todos aquellos libros que nunca tuve tiempo para leer. Recuerdo que antes sufría un gran desconcierto cuando, por lo que fuera, no escribía. Tenía que inventar alguna actividad para poder vivir hasta las tres de la tarde, para distraer la angustia. Pero ahora me resulta placentero" Gracias Rochi por la news

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